Álex está muy sorprendido. El anillo que lleva en el dedo y el estar al lado de Marcos es algo que no entiende:
--donde estoy?
Mira a ese joven que lo llenó de ternura el día antes. Marcos duerme a su lado sin sospechar nada de lo que está pasando.
--qué estoy haciendo aquí...?
Álex está muy aturdido. Se levanta con cuidado de no despertar a Marcos. Lo mira con cariño. No le gustaría estar lastimándolo. Está totalmente desnudo. Busca su ropa pero no la encuentra.
--¿¡donde está mi ropa?¡
Es algo que lo tiene muy angustiado. Oye unas risas reconoce la voz de Ramiro.
--¡¡no puede ser...¡¡ ¡¡no puedo estar en...¡¡ ¡¡está no puede ser la casa de Ramiro¡¡
Busca algo con lo que cubrirse porque quiero comprobar si lo que parece es verdad. En el pasillo, Ramiro está en bolas. Eugenia divertida tiene los bóxers de él en la mano. Él la mira coqueto.
--no puedes quedarte con esto... Si mi padre te los encuentra se va a armar una gorda...
Ella está mediodesnuda, con un camisón que deja poco a la imaginación.
--es mi trofeo...
--Venga no seas malita...
Los dos se miran muy sensualmente, muy divertidos.
--¿qué te cuesta regalármelos?
--¿y qué pasa con mi padre?
--él no usa estos calzoncillos tan sexy...
Ramiro le guiña el ojo:
--de eso se trata... ¿¿cómo vas a justificar que tengas guardado unos calzoncillos míos?¡
Ella sonríe pícara. Pone cara de bueno.
--es que te hecho mucho de menos así cuando estemos separados pues te podré recordar...
Los dos usan un tono de voz muy sensual, se miran el uno al otro con cara de depravados.
--si me los devuelves te doy un beso... --dice él.
Eugenia se le acerca y se los da.
--ahora quiero mi beso...
--No, no... aquí no... ¿y si se despierta mi padre?
--Ese viejo no despertaría aunque hubiera un terremoto...
--¿en cierto que no lo quieres, que sólo estás con él por su dinero? --le reproche,
Ella le pellizca el trasero. Lo mira con deseo:
--gracias a esto te diviertes conmigo siempre que quieras...
Ramiro no se puede resistir a los encantos de su madrastra y se besan apasionadamente.
Álex sale de la habitación de Marcos cubierto en una sábana. Se encuentra a Ramiro desnudo con Eugenia. El pequeño trasero de Ramiro desnudo es algo que le pone muy cachondo aunque también le decepciona ver que es el amante de su madrastra. De esa mujer con la que se despertó una mañana. Por la sorpresa y el deseo a Álex se le escapa un jadeo. Ramiro se da la vuelta regalando a un excitado Álex la vista de su desnudez. Lo mira con deseo. Una mirada que avergüenza a Ramiro que se tapa con sus boxers en la mano la parte genital.
--¿¿¡y este tipo quien es?¡ ¿¿qué hace en mi casa? --pregunta Eugenia que no recuerda que se acostó con él.
Álex mira la escena perplejo. Por un lado siente asco al pensar que se acostó con esa mujer sin escrúpulos y por el otro siente deseo ante la casi desnudez de Ramiro que es el hombre que lo hace estremecer. Ramiro se tapa poniéndose detrás de Eugenia para ponerse el boxers.
--¡¡no me mires así, maricón....¡¡ --dice Ramiro con desprecio.
Álex se da la vuelta tímido:
--yo lo siento... no esperaba verlos...
Ramiro en bóxers se pone delante de él:
--¿¡qué hace tú aquí?
--vine con Marcos... --dice nervioso.
Ramiro está sorprendido.
--¿¿con la loca esa? ¿¿¡¡de dónde la conoces??¡¿¿qué haces con él??¡
Álex está muy nervioso porque no puede decir que en realidad no tiene ni idea de lo que está pasando. Le gusta mucho Ramiro y le duele la mira de desprecio con la que lo mira.
--¡¡desde que te vi supe que eras un trepador...¡¡ ¡¡claro te has aprovechado de la maricona esa para ascender en el trabajo...¡¡
A Álex le duele que lo humillen de esa manera.
--¡¡eso no es verdad¡
--¿de qué conoces a este sujeto? --pregunta Eugenia sorprendida.
--¡¡es celador en nuestra empresa...¡ --Ramiro.
Eugenia lo mira con desprecio:
--¡¡que asco... desde luego tu hermanastro más bajo no podía caer...¡¡
Ramiro lo mira con odio:
--¡¡Vete de esta casa y de la empresa¡¡ ¡¡estás despedido¡
A Álex le duele que sea precisamente Ramiro quien lo despida.
--¡¡no me puedes hacer esto...¡
--¡¡claro que puedo porque Marcos no es nadie en esta casa...¡¡ ¡¡si pretendías que por ser su amante ibas a vivir a cuerpo de rey en esta casa te equivocaste...¡¡
Álex siente deseos de irse pero el problema es que no sabe como porque no tiene ropa. Ramiro lo estira del brazo:
--¡¡venga, vete... vete...¡
Alertado por los gritos acaban despertándose Axel y Marcos que salen a ver lo que ocurre. El primero desnudo y el segundo en bata. A Axel en lo único que se fija es en que su hermano y su madrastra están juntos y desnudos. Eso es algo que le desgarra el alma. Marcos se sorprende así mismo sacando la cara por Álex.
--¡¡suéltalo...¡
Ramiro se le ríe:
--¡¡venga ya, payasa...¡¡ ¡¡tú en esta casa no eres nadie...¡
Marcos saca fuerzas de la tristeza que ve en los ojos de Álex:
--¡soy el dueño y al único que no puedo echar es a tu padre...¡¡ ¡¡sólo yo soy el verdadero dueño de todo y Álex es mi invitado y se va a quedar a vivir conmigo... como mi pareja...¡¡
Esta afirmación sorprende hasta el propio Álex. Con mucha rabia, Ramiro dice:
--¡¡papá es el que manda... él arreglará la situación...¡¡
Ramiro se va a la habitación de su padre. Marcos toma de la mano a Álex.
--ven, vamos a nuestro cuarto...
Álex lo sigue. Está aturdido.
--¿¿me puedes decir que es todo esto??
Marcos lo acaricia:
--ya lo sé todo... sé que tú no me recuerdas... cuando yo sea digno de tu amor entonces podremos ser felices...
Marcos lo besa y lo abraza. Álex está helado porque no tiene ni idea de qué pasa. Marcos le sonríe.
--sé que no te acuerdas de mí... Anoche me lo contaste todo...
Álex está acelerado al pensar que tal vez Marcos sepa la verdad de lo que le ocurre, lo que quiere Octavio. Muy ansioso le pregunta:
--¿¿què te contó?¿¿¿¡que es lo que sabes?¡
Álex está bastante alterado lo que asusta un poco a Marcos. Álex se lleva las manos a la cabeza, procura calmarse un poco. Se sienta en la cama. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡en las noches no sé lo que hago, no sé qué hacemos¡ ¡¡es desesperante¡¡
Marcos se sienta a su lado. Lo mira con amor. Lo acaricia.
--¿quieres saber lo que hacemos en las noches?
Álex hace que sí con la cabeza muy ansioso. Marcos lo mira con cariño y le dice:
--nos amamos...
Álex lo mira con cierta compasión, sabe que no es eso. Entonces piensa que no tiene ni idea de lo que ocurre.
--¿qué es lo qué sabes?
--Yo hice un hechizo...
Álex lo mira sorprendido.
--¿crees en los hechizos?
--No pero era mi sueño y estaba tan solo... Sabes? fuiste el primero...
--el primero en qué?
Marcos le sonríe:
--en besarme, en amarme...
--¡¡¿eras virgen?¿a tu edad?¡ --pregunta Álex incrédulo.
--bueno es que en realidad cuando murió mi mamá no quise vivir...
--¿y eso? siempre hay motivos hermosos para vivir...
--sí y ahora te tengo a ti...
Álex se da cuenta que ese joven ha puesto sus ilusiones en él y le asusta:
--no, en mí...
--¡¡sí, a ti te trajo el mar... tal y como ponía el hechizo...¡
Álex recuerda esa hoja extraña que encontró. Se da cuenta que Octavio se aprovechó del hechizo para acercarse a Marcos aunque aún no sabe qué pretende de él. Álex acaricia a Marcos:
--a veces son coincidencias...
Marcos está muy seguro que su criatura del mar no miente:
--así? ¿sueles bañarte en la playa de noche y desnudo?¿sueles hacer el amor con las personas el primer día que los conoces?
--¿¿¡eso hice?¡¡¿¿¡eso hicimos?¡
Marcos ve reproche en los ojos de Álex y le da pena:
--era mi primera vez, no creas que sólo buscaba eso... pero el hechizo...
Álex se levanta.
--¡¡ya deja de pensar en ese maldito hechizo...¡¡
Álex está desesperado porque ahora siente que debe ayudarse a él y también a Marcos que corre peligro al lado de Octavio. Ve a Marcos demasiado convencido de lo que cree como para hacerlo cambiar de idea, además tampoco sabe cómo explicarle algo que ni él mismo entiende. Muy alterado, Álex le señala el anillo mientras se lo va sacando le dice:
--¿¿¡¡qué sabes de esto??¡
Marcos le agarra la mano y no le deja que se lo saque:
--no te lo saques... esto te va a proteger...
--¿de que?
--hazme caso... Es una historia larga, de un hechizo al que te sometieron condenándote a vivir en el mar... Sólo si alguien te ama de verdad te librarás del hechizo... alguien tenía que llamarte y te llamé yo... Tú me vas a salvar a mí de mi soledad en esta cárcel y yo te salvaré de ser prisionero del mar...
Álex siente una gran ternura por Marcos, le duele que Octavio juegue con sus sentimientos. Está asustado de la mentira de Octavio. No sabe hasta qué lejos va a llegar.
--ahora me tengo que ir...
Marcos se aferra a él:
--¡¡no, tú me pediste que te llevara a mi casa¡ ¡¡aquí el mar no te encontrará, si te vas no te podré salvar...¡
Aunque por un lado le emociona la ternura de Marcos por otro lado le desespera:
--¡¡no puedes creer todas las tonterías que te cuentan...¡
Marcos lo mira con cariño y le dice:
--sí las creo si me las dices tú...
Álex lo mira serio. Sabe que no tiene sentido tratar de hacer entender a Marcos que ha sido engañado por él mismo. Prefiere hablarle con cariño. Le pone la mano en los hombros, lo acaricia. Marcos tiembla. Nunca vio esa ternura en un hombre por él y le encanta. Con una voz muy dulce Álex le dice:
--¿es que soy tu prisionero?
--No claro que no pero me dijiste que íbamos a vivir juntos...
A Álex le da pena el dolor de Marcos, lo ve decepcionado:
--ten en cuenta que no te conozco...
--pero en las noches...
Álex le pone los dedos en los labios para que no siga:
--por favor... Tengo que hacer mi vida, tengo que trabajar...
--No puedes seguir trabajando... Eres mi pareja... No puedes ser sólo un simple empleado si vives conmigo... ¿dónde trabajas?
--por favor Marcos, deja que haga las cosas a mi modo... --dice Álex que se da cuenta que no sabe de él.
Álex lo mira con mucho cariño y Marcos no le puede negar nada:
--yo sólo quiero que seas libre... me gustaría que fuera para mí pero lo más importante es que tú estés bien...
Álex se lo agradece y lo besa en la mano:
--para mí también es importante que tú estés bien...
Marcos le sonríe. Suspira.
--¿volverás?
--seguro...
Marcos lo abraza:
--ahora que te conocí no te quiero volver a perder...
Álex lo acaricia con compasión:
--todo va a estar bien ahora me tengo que ir...
Marcos le sonríe con deseo:
--no puedes irte desnudo.
--No, ya ¿como vine... y mi ropa...?
--No usas ropa, sales del mar desnudo...
--Si claro... ya sé donde está mi ropa pero ¿¿cómo vine hasta aquí??
--le puedo pedir algo de ropa a Axel... seguro que él me la deja...
--está bien...
Álex se queda solo aturdido. Piensa en todo lo que le ha contado Marcos, que está en la misma casa que Ramiro, que Eugenia... Ese anillo en el dedo le intriga. Se lleva las manos a la cabeza con angustia. No entiende lo que está pasando.
--donde estoy?
Mira a ese joven que lo llenó de ternura el día antes. Marcos duerme a su lado sin sospechar nada de lo que está pasando.
--qué estoy haciendo aquí...?
Álex está muy aturdido. Se levanta con cuidado de no despertar a Marcos. Lo mira con cariño. No le gustaría estar lastimándolo. Está totalmente desnudo. Busca su ropa pero no la encuentra.
--¿¡donde está mi ropa?¡
Es algo que lo tiene muy angustiado. Oye unas risas reconoce la voz de Ramiro.
--¡¡no puede ser...¡¡ ¡¡no puedo estar en...¡¡ ¡¡está no puede ser la casa de Ramiro¡¡
Busca algo con lo que cubrirse porque quiero comprobar si lo que parece es verdad. En el pasillo, Ramiro está en bolas. Eugenia divertida tiene los bóxers de él en la mano. Él la mira coqueto.
--no puedes quedarte con esto... Si mi padre te los encuentra se va a armar una gorda...
Ella está mediodesnuda, con un camisón que deja poco a la imaginación.
--es mi trofeo...
--Venga no seas malita...
Los dos se miran muy sensualmente, muy divertidos.
--¿qué te cuesta regalármelos?
--¿y qué pasa con mi padre?
--él no usa estos calzoncillos tan sexy...
Ramiro le guiña el ojo:
--de eso se trata... ¿¿cómo vas a justificar que tengas guardado unos calzoncillos míos?¡
Ella sonríe pícara. Pone cara de bueno.
--es que te hecho mucho de menos así cuando estemos separados pues te podré recordar...
Los dos usan un tono de voz muy sensual, se miran el uno al otro con cara de depravados.
--si me los devuelves te doy un beso... --dice él.
Eugenia se le acerca y se los da.
--ahora quiero mi beso...
--No, no... aquí no... ¿y si se despierta mi padre?
--Ese viejo no despertaría aunque hubiera un terremoto...
--¿en cierto que no lo quieres, que sólo estás con él por su dinero? --le reproche,
Ella le pellizca el trasero. Lo mira con deseo:
--gracias a esto te diviertes conmigo siempre que quieras...
Ramiro no se puede resistir a los encantos de su madrastra y se besan apasionadamente.
Álex sale de la habitación de Marcos cubierto en una sábana. Se encuentra a Ramiro desnudo con Eugenia. El pequeño trasero de Ramiro desnudo es algo que le pone muy cachondo aunque también le decepciona ver que es el amante de su madrastra. De esa mujer con la que se despertó una mañana. Por la sorpresa y el deseo a Álex se le escapa un jadeo. Ramiro se da la vuelta regalando a un excitado Álex la vista de su desnudez. Lo mira con deseo. Una mirada que avergüenza a Ramiro que se tapa con sus boxers en la mano la parte genital.
--¿¿¡y este tipo quien es?¡ ¿¿qué hace en mi casa? --pregunta Eugenia que no recuerda que se acostó con él.
Álex mira la escena perplejo. Por un lado siente asco al pensar que se acostó con esa mujer sin escrúpulos y por el otro siente deseo ante la casi desnudez de Ramiro que es el hombre que lo hace estremecer. Ramiro se tapa poniéndose detrás de Eugenia para ponerse el boxers.
--¡¡no me mires así, maricón....¡¡ --dice Ramiro con desprecio.
Álex se da la vuelta tímido:
--yo lo siento... no esperaba verlos...
Ramiro en bóxers se pone delante de él:
--¿¡qué hace tú aquí?
--vine con Marcos... --dice nervioso.
Ramiro está sorprendido.
--¿¿con la loca esa? ¿¿¡¡de dónde la conoces??¡¿¿qué haces con él??¡
Álex está muy nervioso porque no puede decir que en realidad no tiene ni idea de lo que está pasando. Le gusta mucho Ramiro y le duele la mira de desprecio con la que lo mira.
--¡¡desde que te vi supe que eras un trepador...¡¡ ¡¡claro te has aprovechado de la maricona esa para ascender en el trabajo...¡¡
A Álex le duele que lo humillen de esa manera.
--¡¡eso no es verdad¡
--¿de qué conoces a este sujeto? --pregunta Eugenia sorprendida.
--¡¡es celador en nuestra empresa...¡ --Ramiro.
Eugenia lo mira con desprecio:
--¡¡que asco... desde luego tu hermanastro más bajo no podía caer...¡¡
Ramiro lo mira con odio:
--¡¡Vete de esta casa y de la empresa¡¡ ¡¡estás despedido¡
A Álex le duele que sea precisamente Ramiro quien lo despida.
--¡¡no me puedes hacer esto...¡
--¡¡claro que puedo porque Marcos no es nadie en esta casa...¡¡ ¡¡si pretendías que por ser su amante ibas a vivir a cuerpo de rey en esta casa te equivocaste...¡¡
Álex siente deseos de irse pero el problema es que no sabe como porque no tiene ropa. Ramiro lo estira del brazo:
--¡¡venga, vete... vete...¡
Alertado por los gritos acaban despertándose Axel y Marcos que salen a ver lo que ocurre. El primero desnudo y el segundo en bata. A Axel en lo único que se fija es en que su hermano y su madrastra están juntos y desnudos. Eso es algo que le desgarra el alma. Marcos se sorprende así mismo sacando la cara por Álex.
--¡¡suéltalo...¡
Ramiro se le ríe:
--¡¡venga ya, payasa...¡¡ ¡¡tú en esta casa no eres nadie...¡
Marcos saca fuerzas de la tristeza que ve en los ojos de Álex:
--¡soy el dueño y al único que no puedo echar es a tu padre...¡¡ ¡¡sólo yo soy el verdadero dueño de todo y Álex es mi invitado y se va a quedar a vivir conmigo... como mi pareja...¡¡
Esta afirmación sorprende hasta el propio Álex. Con mucha rabia, Ramiro dice:
--¡¡papá es el que manda... él arreglará la situación...¡¡
Ramiro se va a la habitación de su padre. Marcos toma de la mano a Álex.
--ven, vamos a nuestro cuarto...
Álex lo sigue. Está aturdido.
--¿¿me puedes decir que es todo esto??
Marcos lo acaricia:
--ya lo sé todo... sé que tú no me recuerdas... cuando yo sea digno de tu amor entonces podremos ser felices...
Marcos lo besa y lo abraza. Álex está helado porque no tiene ni idea de qué pasa. Marcos le sonríe.
--sé que no te acuerdas de mí... Anoche me lo contaste todo...
Álex está acelerado al pensar que tal vez Marcos sepa la verdad de lo que le ocurre, lo que quiere Octavio. Muy ansioso le pregunta:
--¿¿què te contó?¿¿¿¡que es lo que sabes?¡
Álex está bastante alterado lo que asusta un poco a Marcos. Álex se lleva las manos a la cabeza, procura calmarse un poco. Se sienta en la cama. Se lleva las manos a la cabeza.
--¡¡en las noches no sé lo que hago, no sé qué hacemos¡ ¡¡es desesperante¡¡
Marcos se sienta a su lado. Lo mira con amor. Lo acaricia.
--¿quieres saber lo que hacemos en las noches?
Álex hace que sí con la cabeza muy ansioso. Marcos lo mira con cariño y le dice:
--nos amamos...
Álex lo mira con cierta compasión, sabe que no es eso. Entonces piensa que no tiene ni idea de lo que ocurre.
--¿qué es lo qué sabes?
--Yo hice un hechizo...
Álex lo mira sorprendido.
--¿crees en los hechizos?
--No pero era mi sueño y estaba tan solo... Sabes? fuiste el primero...
--el primero en qué?
Marcos le sonríe:
--en besarme, en amarme...
--¡¡¿eras virgen?¿a tu edad?¡ --pregunta Álex incrédulo.
--bueno es que en realidad cuando murió mi mamá no quise vivir...
--¿y eso? siempre hay motivos hermosos para vivir...
--sí y ahora te tengo a ti...
Álex se da cuenta que ese joven ha puesto sus ilusiones en él y le asusta:
--no, en mí...
--¡¡sí, a ti te trajo el mar... tal y como ponía el hechizo...¡
Álex recuerda esa hoja extraña que encontró. Se da cuenta que Octavio se aprovechó del hechizo para acercarse a Marcos aunque aún no sabe qué pretende de él. Álex acaricia a Marcos:
--a veces son coincidencias...
Marcos está muy seguro que su criatura del mar no miente:
--así? ¿sueles bañarte en la playa de noche y desnudo?¿sueles hacer el amor con las personas el primer día que los conoces?
--¿¿¡eso hice?¡¡¿¿¡eso hicimos?¡
Marcos ve reproche en los ojos de Álex y le da pena:
--era mi primera vez, no creas que sólo buscaba eso... pero el hechizo...
Álex se levanta.
--¡¡ya deja de pensar en ese maldito hechizo...¡¡
Álex está desesperado porque ahora siente que debe ayudarse a él y también a Marcos que corre peligro al lado de Octavio. Ve a Marcos demasiado convencido de lo que cree como para hacerlo cambiar de idea, además tampoco sabe cómo explicarle algo que ni él mismo entiende. Muy alterado, Álex le señala el anillo mientras se lo va sacando le dice:
--¿¿¡¡qué sabes de esto??¡
Marcos le agarra la mano y no le deja que se lo saque:
--no te lo saques... esto te va a proteger...
--¿de que?
--hazme caso... Es una historia larga, de un hechizo al que te sometieron condenándote a vivir en el mar... Sólo si alguien te ama de verdad te librarás del hechizo... alguien tenía que llamarte y te llamé yo... Tú me vas a salvar a mí de mi soledad en esta cárcel y yo te salvaré de ser prisionero del mar...
Álex siente una gran ternura por Marcos, le duele que Octavio juegue con sus sentimientos. Está asustado de la mentira de Octavio. No sabe hasta qué lejos va a llegar.
--ahora me tengo que ir...
Marcos se aferra a él:
--¡¡no, tú me pediste que te llevara a mi casa¡ ¡¡aquí el mar no te encontrará, si te vas no te podré salvar...¡
Aunque por un lado le emociona la ternura de Marcos por otro lado le desespera:
--¡¡no puedes creer todas las tonterías que te cuentan...¡
Marcos lo mira con cariño y le dice:
--sí las creo si me las dices tú...
Álex lo mira serio. Sabe que no tiene sentido tratar de hacer entender a Marcos que ha sido engañado por él mismo. Prefiere hablarle con cariño. Le pone la mano en los hombros, lo acaricia. Marcos tiembla. Nunca vio esa ternura en un hombre por él y le encanta. Con una voz muy dulce Álex le dice:
--¿es que soy tu prisionero?
--No claro que no pero me dijiste que íbamos a vivir juntos...
A Álex le da pena el dolor de Marcos, lo ve decepcionado:
--ten en cuenta que no te conozco...
--pero en las noches...
Álex le pone los dedos en los labios para que no siga:
--por favor... Tengo que hacer mi vida, tengo que trabajar...
--No puedes seguir trabajando... Eres mi pareja... No puedes ser sólo un simple empleado si vives conmigo... ¿dónde trabajas?
--por favor Marcos, deja que haga las cosas a mi modo... --dice Álex que se da cuenta que no sabe de él.
Álex lo mira con mucho cariño y Marcos no le puede negar nada:
--yo sólo quiero que seas libre... me gustaría que fuera para mí pero lo más importante es que tú estés bien...
Álex se lo agradece y lo besa en la mano:
--para mí también es importante que tú estés bien...
Marcos le sonríe. Suspira.
--¿volverás?
--seguro...
Marcos lo abraza:
--ahora que te conocí no te quiero volver a perder...
Álex lo acaricia con compasión:
--todo va a estar bien ahora me tengo que ir...
Marcos le sonríe con deseo:
--no puedes irte desnudo.
--No, ya ¿como vine... y mi ropa...?
--No usas ropa, sales del mar desnudo...
--Si claro... ya sé donde está mi ropa pero ¿¿cómo vine hasta aquí??
--le puedo pedir algo de ropa a Axel... seguro que él me la deja...
--está bien...
Álex se queda solo aturdido. Piensa en todo lo que le ha contado Marcos, que está en la misma casa que Ramiro, que Eugenia... Ese anillo en el dedo le intriga. Se lleva las manos a la cabeza con angustia. No entiende lo que está pasando.
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