martes, 6 de julio de 2010

capitulo 13







Octavio se gira. Eso no le interesa para sus planes. Álex tiene que ayudarlo, no quiere que Marcos piense que son solo dos. Octavio se da la vuelta. Marcos suspira fascinado al ver que su criatura del mar en vez de hacer el recorrido habitual va hacia él. Lo abraza. Marcos está feliz. Es el primer gesto tierno de Octavio. Lo estrecha entre sus brazos. No ve la mirada de odio de él. Octavio lo mira fijamente. Le pone las manos en la mejilla. Usa todo su poder de seducción para que Marcos haga lo que él quiera.
--me tienes que ayudar... tú me tienes que salvar...
Marcos lo mira fascinado:
--¡¡Hablas...¡¡ ¡¡puedes hablar...¡¡ ¡¡¿entonces porque no hablaste antes?¡
--sólo puedo hablar en las noches si te miro a los ojos...
Marcos lo mira confundido:
--¿¿de qué hablas?
--¿crees en la magia?
Aunque no es una persona dulce, aunque su mirada es fría, Octavio procura ser cariñoso con Marcos. Quiere mostrarse víctima.
--claro --dice Marcos con una sonrisa pícara.
Marcos acaricia a su criatura del mar:
--claro que creo en la magia... el mar te creo para mi...
Octavio se aferra a él:
--¡¡y sólo tú me puedes rescatar...¡
Marcos está muy aturdido. Él ha soñado con un príncipe azul que lo salvara de su vida gris. Nunca pensó que la cosa sería al revés.
--¿¿qué puedo hacer yo por ti???
Octavio lo abraza porque sólo así se puede mostrar con odio. Cuando está mirándolo a él. Se procura mostrar lo más dulce que puede, que sabe. Lo acaricia.
--un hechizo me condenó a vivir en el mar, en la noche... de día tengo una vida gris, un trabajo, una vida infeliz...
Marcos lo mira impresionado:
--¿¿tú eres infeliz?
--si porqué a la que se hace de noche tengo que vivir en el mar... De día no recuerdo nada de lo que hago... Por eso no te reconocí cuando te vi esta mañana... ¿verdad?
--¿¿eras tú?
Marcos está feliz. Le cayó muy bien Álex y le encanta saber que es el mismo hombre con el que vivió su primera vez.
--una chica despechada porque no la quise amar me hizo un hechizo...
Marcos lo escucha incrédulo. Si no fuera porque haberlo encontrado en el mar ya le parece algo mágico no creería en sus palabras.
--sí me condenó a pasar las noches en el mar para que yo no fuera feliz... sólo tú me puedes ayudar...
--¿¿cómo?
--Exactamente no lo sé... Sé que la bruja dijo que sólo esto se acabaría cuando alguien me amara de verdad y me hiciera volver... Si en las noches tú me has rescatado del mar tú eres esa persona que me puede sacar de esto...
--pero como...?
--tienes que hacer algo para demostrarme tu amor... entonces yo podría quedarme a tu lado siempre... Si es eso lo que quieres claro...
Octavio se finge débil para que Marcos se compadezca de él. Octavio lo sedujo pero le encantó hablar con Álex así que muy seguro dice:
--sí¡ es lo que más quiero en la vida...
Octavio lo abraza con un falso agradecimiento.
--gracias... yo sabía que tú me ibas a rescatar... ¡¡no sabes qué felicidad saber que por fin se acabó mi sufrimiento¡¡
Aunque su voz trata de ser tierna, Marcos no imagina el odio que hay en la mirada de ese hombre que está abrazando.
--yo haré todo lo que me pidas... te entregaría mi vida si fuera necesario...
Aunque le encanta acostarse con ese hombre, ha sido el conocer a Álex el que le hace estar seguro que ese hombre que tiene delante es con el que quiere pasar toda su vida. Los ojos de Octavio brillan de odio al ver lo fácil que Marcos ha caído en sus redes, en lo fácil que será usarlo para destruirlo. Se aparta un poco de él y lo mira fijamente:
--¿en serio hasta darías tu vida por mi?
Marcos traga saliva:
--bueno, en realidad... espero no tener qué hacerlo porque entonces no tendría como disfrutar de ti pero sí, haría lo que fuera por hacerte feliz... Pongo mi vida en tus manos porqué sé que tú eres el hombre con el que he soñado toda mi vida...
--Yo tal vez te ayude a ti pero ayudándome a mi...
Marcos lo abraza. Está entusiasmado:
--¡¡eres mi vida... ahora si sé que eres mi vida...¡¡
Los ojos de Octavio están brillando:
-- y yo la voy a convertir en un infierno para que pagues la deuda de tu abuelo... --dice para sí.






Octavio y Marcos caminan por la orilla del mar.
--¿y tienes qué andar siempre así?¿¿desnudo? --pregunta Marcos pícaro.
--mientras pertenezca al mar claro... ¿te molesta?
Marcos se ruboriza:
--no...
Octavio le guiña el ojo. Marcos se estremece.
--pero me gustaría tener una vida de pareja contigo y así no se puede...
--depende de ti que lo podamos hacer...
--si pero ¡¡no me dices como...¡
Los dos van caminando, Octavio le habla con un falso cariño:
--es que no lo sé exactamente... sé que tú me tienes que dar vida, que tú me tienes que dar una prenda a mí...
--¿una vida?¿una prenda? pero ¿¿el qué?¿¿cómo?
--No lo sé... tiene que salir de ti... Hacer por mí lo que quieras...
--Yo te daría todo lo que tengo con tal que no tuvieras que volver al mar...
Octavio tiene que hacer un gran esfuerzo por no sonreír porque eso es lo que pretende qué pase aunque no esperaba que fuera tan fácil.
--yo no necesito nada pero sé que tienes que hacer un sacrificio por mi para que yo pueda ser tuyo...
Los dos se miran fijamente. Octavio se finge desprotegido y muy seguro Marcos dice:
--lo haré, te juro que haré cualquier sacrificio por nosotros...
Y Octavio se tiene que dar la vuelta porque su victoria está siendo muy fácil. Lo abraza:
--gracias por quererme tanto...
--gracias a ti por existir...
Marcos cree en el falso amor de Octavio, está seguro que su premio por ayudarlo será la felicidad junto a él.

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